Abstract
Burdensome dependence on crude oil imports is a key challenge for America's energy policy; its principal cause is excessive consumption of refined oil products, which is mainly the result of an inefficient automotive fleet, the virtual absence of diesel-powered cars, and the complete absence of modern high-velocity trains. Addressing these challenges will require major infrastructural investment, a reality that precludes any early attainment of energy independence.
La onerosa dependencia de importaciones de petróleo en crudo es un reto clave para la política energética americana; su causa principal es el excesivo consumo de productos refinados del petróleo, lo cual resulta principalmente de tener una flota automotora ineficiente, la virtual ausencia de carros movidos por diesel y la completa ausencia de trenes modernos de alta velocidad. Enfrentar estos retos demandará mayores inversiones infraestructurales, realidad que impide lograr una independencia energética en el corto plazo.