RESUMEN
En este capítulo se analizan los resultados del contacto del inglés de los Estados Unidos con el español de los puertorriqueños. Se presenta el contexto socio-político que sirve de trasfondo a la polémica entre los críticos del español de Puerto Rico y sus defensores. Se discute el llamado ‘Spanglish’, que ha sido vinculado con el deterioro del español debido a la influencia del inglés. Se contrastan las opiniones basadas en poca/ limitada investigación con los resultados de un análisis etnográfico y cuantitativo del habla de unos niños puertorriqueños criados en Nueva York (entre 6 y 12 años de edad).
El enfoque principal es la alternancia de idiomas, en este caso el español y el inglés, conocido como ‘code switching’ en la literatura lingüística. Este proceso lingüístico resulta ser una estrategia valiosa que cumple propósitos importantes, tantos sociales como lingüísticos, para los niños y adultos de la comunidad. Se prueba que, al contrario de lo que opinan los mismos residentes y otros, i.e., que la alternancia de español-inglés ocurre solamente cuando al que habla se le escapa alguna palabra o estructura en uno de los dos idiomas y usa el otro como muleta, la verdad es que la gran mayoría de los cambios de un idioma a otro no ocurren por esa razón. Los niños saben cómo decir el 78% de las palabras y/o estructuras gramaticales que alternan an ambos idiomas. La alternancia tiene unos propósitos que clasificamos bajo ‘Crutching’ (‘muleta’), ‘Footing (de Erving Goffman), y ‘Appeal and Control’ (‘petición y manipulación’).
Aún los ninos jóvenes demuestran gran habilidad al seguir las normas de la grámatica española y las del inglés a la vez. Además, los que mejor manejan este proceso lingüístico también son los que mejor hablan el inglés y el español. Se ve que en la comunidad puertorriqueña no se ha creado otro idioma nuevo, sino que se alternan los dos idiomas en maneras que rompen con una definición del bilingüismo que requiere la separación rígida de ambos idiomas.