Abstract
Utilizar el ordenador en la escuela no es una garantía de éxito didáctico si no se cumplen algunos requisitos, pero constituye una ayuda no suficientemente explorada en la mayoría de las materias. En el caso de las matemáticas, el ordenador permite diseñar actividades altamente motivadoras para el niño, a la vez que facilitar la integración de diferentes tipos de códigos, objetivos ambos difíciles de conseguir en los formatos de papel y lápiz habituales en las didácticas tradicionales. El autor de este artículo pasa revista a una serie de micromundos informáticos que permiten al profesor y al alumno librarse de tareas rutinarias y dedicarse a la exploración de las posibilidades del lenguaje matemático, a la verdadera tarea de aprender.
Resumen
El uso de ordenadores para aprender matemáticas pude significar un cambio cualitativo en la manera de aprender y puede ofrecer al alumno nuevas posibilidades de actuación en su experiencia matemática. Este cambio en el proceso de aprendizaje es analizado a través de cuatro dimensiones: 1) interactividad y comunicación, 2) integración de diferentes medios simbólicos, 3) articulación del conocimiento declarativo y del conocimiento procedimental y 4) situación de resolución de problemas. Cada dimensión es ilustrada con un ejemplo que muestra cómo se puede utilizar el medio informático para trabajar diferentes conceptos matemáticos.