Abstract
Se hace aquí una reflexión que, partiendo del sentido (la literatura no se enseña, se contagia), adopta un enfoque funcional y comunicativo. Frente a una literatura como objeto se opta por una literatura como medio. Frente a la memoria, la competencia. Enseñar a usar la lengua y la literatura más que enseñar lengua y literatura.
Resumen
Enriquecer la sensibilidad y los conocimientos son dos objetivos fundamentales, y dos consecuencias a la vez, que puede favorecer la enseñanza literaria.
Se propone un modelo de transferencia de la Literatura significando las incidencias que se relacionan con la comunicación oral, la lectoescritura, la reflexión sobre el uso de la lengua y la lectura y escritura creadoras: La Didáctica de la Literatura pretende dinamizar desde los textos las actividades lingüísticas: la interdisciplinariedad se propicia desde los elementos motivadores, creativos y reflexivos que de ellos se desprenden. Aprovecharlos significa creer en su potencialidad y en su vitalidad para dinamizar actividades interrelacionadas.
La experiencia—la vivencia del hecho literario—debe implicar el entusiasmo del docente para que llegue a hacerse efectivo en el alumnado. Así transformaremos a nuesros alumnos de consumidores pasivos de literatura a creadores activos y recreadores de cuanto en los textos (propuestos o incorporados) puedan descubrir.