Abstract
¿Qué ocurre cuando se integra un alumno-a sordo-a en un aula normalizada? ¿Qué hace el profesor y cómo influyen sus competencias en la educación? ¿Qué cambios realiza para afrontar la nueva situación?
Esta investigación analiza esos cambios (en general positivos tanto para el-la niño-a sordo-a como para los compañeros) y las competencias que convendría facilitar el docente.
Resumen
El alumno sordo precisa de un conjunto de estrategias específicas para superar satisfactoriamente las diversas situaciones comunicativas generadas en contextos académicos. Este compromiso obliga generalmente al profesor a emplear diversas adaptaciones—tanto pedagógicas como comunicativas—respecto a la actividad realizada en el aula. De entre estas posibles adaptaciones destacan las concebidas para solventar situaciones de incomprensión comunicativa.
Si bien el respeto por parte del oyente de aquellas peculiaridades en la comunicación con el sordo—articular con claridad, simplificar la estructura morfosintáctica…—no siempre resulta sencillo para el profesor poco familiarizado con el mundo del sordo, tampoco éste suele manifestar fácilmente sus dificultades de comprensión, lo que a menudo entorpece la labor docente del profesor.
Con el presente artículo se pretende analizar y establecer una posible relación entre las estrategias de acomodación utilizadas y un conjunto de variables tanto intrapersonales como contextúales, presentes durante las interacciones en el aula.