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Franco “El Africano”

Pages 207-224 | Published online: 01 Dec 2006
 

Notes

1. Este calificativo (“el africano”) ha sido—y es—empleado por numerosos biógrafos de Franco para designar esencialmente su etapa en Marruecos, pero también a las implicaciones posteriores de ésta de todo tipo (por ejemplo, Nourry 61–132, CitationBachoud 38–76, Rodríguez, Franco 25–102; Reig 121–147). No obstante, no se ha trazado una semblanza que presente los manejos decisivos de Franco en el poder con las “familias políticas” y los “clanes monárquicos” como reflejo de su experiencia en África, tesis del presente ensayo. Por otra parte, es interesante remarcar que otra expresión empleada para designar la etapa “africana” de Franco fue la acuñada por Joaquín Arrarás (primer biógrafo de Franco): “La llamada de África” (Arrarás 23–34), que aún hallamos en una reciente biografía (CitationSuárez 8–11).

2. Sobre las guerras coloniales véase Balfour 21–111 y Maria Rosa de Madariaga, En el Barranco 250–354.

3. Madariaga cuestiona la validez de este vocablo en términos de rigor conceptual y sugiere emplear el de “africanomilitarismo” (Los moros que trajo Franco 39–44).

4. Véase una descripción del tipo de guerra marroquí en Tusell y Montero 590-592. Sobre la vida militar allí, véase Balfour 381–435.

5. En realidad, Franco ni siquiera habría sido el general más joven de la historia de España (Reig 371).

6. Sobre la Legión en la época de Franco, véase también Balfour 388–397; Nerín 35–44 y Rodríguez ¡A mí la Legión! 97–241.

7. La edición de Diario de una bandera publicada en 1976 y consultada por nosotros fue censurada en diversos pasajes respecto a la original de 1922 (Reig 304–305).

8. Citado en M. Aznar, “Evocaciones y recuerdos”, prólogo a Franco 16. Véase también el parecido retrato de Franco de CitationBarea 226–227.

9. Existen contradicciones en cuanto a la fecha en la que habría tenido lugar la audiencia entre Franco y el Rey. Así, CitationPreston afirma que tuvo lugar durante el regreso de Franco de su viaje de bodas (Franco 69), mientras otros historiadores la sitúan antes de la boda, cuando Franco se dirige a Oviedo (Hills 129; De la Cierva, I, 215; Nourry, 119).

10. Véase el testimonio del propio Franco sobre el incidente en De la Cierva, I, 224–227.

11. Así, ante la posibilidad de que el desastre de Annual comportase la condena del general Dámaso Berenguer antes del golpe de Primo, Franco se manifestó con los africanistas “prestos para cualquier eventualidad” con el fin de impedirlo, según escribió a un amigo (Madariaga, En el Barranco 335–336).

12. La expresión “rudd balek” se emplea normalmente en marroquí para decir ”ten cuidado“ o—más literalmente—”ten atención“, del clásico “ruddv baalaka”, “restituye tu mente (a algo)”. Agradezco la amabilidad del profesor Federico Corriente, catedrático de la Universidad de Zaragoza, para clarificar este aspecto.

13. No obstante, el recurso al Ejército de África para reprimir la conflictividad interna no sería monopolizado por la derecha durante la República. Por ejemplo, Azaña—ante la “sanjurjada”—ya dispuso que tropas de África pasaran a la Península (De Mesa 25).

14. Sobre el poema, véase Reig La Cruzada 262–275.

15. Sobre esta cuestión, veáse De Mesa 264–277; Sánchez Ruano 248–253.

16. Sobre su biografía, véase CitationMolina Franco, “Mohamed Ben Mizzian Bel Kasem”, Historia de Iberia Vieja, 7 (enero de 2007): 28–33. Sobre el escándalo que éste protagonizó ya en la posguerra, véase Cardona, Franco y sus generales 177.

17. Sobre las diferentes estimaciones, véase Preston (ed.) La república asediada 328–336. Sobre el papel de los tribunales militares en la represión política y en la consolidación del régimen, véase CitationGil, La noche de los generales; sobre los campos de concentración, CitationRodrigo, Cautivos.

18. A la vez, se continuó empleando filigranas retóricas para explicar la participación árabe en la Guerra Civil, como muestra un libro de texto de 1940: “Estos [los moros] (que ahora son excelentes amigos nuestros, hasta el punto de que se ofrecieron voluntarios para nuestra guerra) no nos conocían todavía, y, por eso mismo, creyendo que íbamos allí a hacerles algún daño, nos daban mucha guerra” (CitationQuintana 17).

19. Sobre la fe de Franco en aguardar a tomar decisiones, véase Vilallonga 142.

20. Véase al respecto dos recientes estudios: Segura Ifni y Vidal Guardiola Ifni, 1957–1958.

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