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“Trazo sacrificial”, Capital y guerra global contemporánea: apuntes sobre María Zambrano y Las Variaciones Guernica de Guillermo G. Peydró

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RESUMEN

Este artículo examina el sacrificio como el “trazo de lo sagrado” en el capitalismo actual contemporáneo y en el contexto de secularización simultánea al retorno de la religión. Se propone una conexión entre el cuadro Guernica (1937) de Picasso, el documental Las Variaciones Guernica (2012) de Guillermo G. Peydró y algunos gestos (años ‘30 y ‘50) en la obra de la filósofa malagueña María Zambrano. Se analiza la idea de “desborde” de la representación visual y la análoga dispersión global de un terror que supera la guerra convencional y la frontera estatal. El terror infligido a la población de Guernica en 1937 se revela en sus “variaciones contemporáneas” como un entramado sacrificial global de violencia y nuevas formas de acumulación capitalista (la desposesión por desahucio, la omnipresencia del crédito, el austeri-cidio o el “empleo precario”). Frente a la naturaleza del sacrificio en la historia del Capital y en el contexto catalizado por la Segunda Gran Recesión desde 2007, de particular impacto en España, se defiende la noción de vida “sin textura” a partir de la lectura de María Zambrano.

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No potential conflict of interest was reported by the author.

Nota biográfica

Pedro A. Aguilera-Mellado es Lector Post-doctoral en la Universidad de Michigan, Ann Arbor. Es licenciado y máster en Filosofía Contemporánea por la Universidad de Granada (2010) y máster (2013) y doctor (2017) en Estudios Hispánicos por la Universidad de Michigan-Ann Arbor. Sus áreas de especialización son las literaturas y culturas ibéricas modernas y contemporáneas, el pensamiento político, estético y la filosofía continental. Su proyecto de investigación actual se titula Arquismos en la España liberal y neoliberal (1812–2011): Muerte, dictadura y democracia, y en él ofrece un análisis deconstructivo de momentos de transición en el marco del liberalismo español y sus relaciones con el absolutismo, la dictadura y la democracia.

ORCID

Pedro A. Aguilera-Mellado http://orcid.org/0000-0001-6425-784X

Notes

1 Un ejemplo de este giro o vuelta a lo religioso en el campo de los Estudios Peninsulares es la monografía de William Viestenz titulada By the Grace of God: Francoist Spain and the Sacred Roots of Political Imagination (Citation2014). Además, resulta imprescindible el número especial “María Zambrano in dialogue” aparecida en este mismo Journal of Spanish Cultural Studies.

2 Para una genealogía económico-histórica a nivel planetario, recomiendo la obra de Arrighi citada en la biliografía, en especial la cuarta y última parte titulada “The Long Twentieth Century” (Citation2010, 247–335). Asimismo, David Harvey ofrece en The New Imperialism un panorama de la evolución del poder en la relación histórica entre Estado y Capital, conceptualizando nuevas formas imperiales de acumulación capital. Nociones como “Acumulación por desposesión” (137–182); así como “Consentimiento coercitivo” (182–212) resultan fundamentales para entender cómo se despliega el nuevo imperialismo post-territorial, nómica-anómica y post-estatal en la esfera global.

3 Para un análisis socio-económico e histórico de la crisis económica en España, recomiendo trabajos del politólogo Vincenç Navarro como: Bienestar insuficiente, democracia incompleta (Citation2009) o Ataque a la democracia y al bienestar (Citation2015a). Su anterior obra (y más genealógica) titulada El subdesarrollo social de España, causas y consecuencias (Citation2015b) resulta también fundamental para entender las causas de la crisis desde una perspectiva socio-económica en relación a la dictadura de Franco (1939–1975), y en relación con los fundamentos del régimen constitucional de 1978.

4 Karl Marx (Citation2017b) lo exponía así en “Trabajo asalariado y Capital” en el año 1849:

Una mayor división del trabajo permite a un obrero realizar el trabajo de cinco, diez o veinte; aumenta, por tanto, la competencia entre los obreros en cinco, diez o veinte veces. Los obreros no solo compiten entre sí vendiéndose unos más baratos que otros, sino que compiten también cuando uno solo realiza el trabajo de cinco, diez o veinte; y la división del trabajo, implantada y constantemente reforzada por el capital, obliga a los obreros a hacerse esta clase de competencia […]. Por tanto, a medida que el trabajo va haciéndose más desagradable, más repelente, aumenta la competencia y disminuye el salario. El obrero se esfuerza por sacar a flote el volumen de su salario trabajando más; ya sea trabajando más horas al día o produciendo más en cada hora. Es decir, que, acuciado por la necesidad, acentúa todavía más los fatales efectos de la división del trabajo. El resultado es que, cuanto más trabaja, menos jornal gana; por la sencilla razón de que en la misma medida hace la competencia a sus compañeros, y convierte a éstos, por consiguiente, en otros tantos competidores suyos, que se ofrecen al patrono en condiciones tan malas como él; es decir, porque, en última instancia, se hace la competencia a sí mismo, en cuanto miembro de la clase obrera. […]

Finalmente, a medida que los capitalistas se ven forzados, por el proceso que exponíamos más arriba, a explotar en una escala cada vez mayor los gigantescos medios de producción ya existentes, viéndose obligados para ello a poner en juego todos los resortes del crédito, aumenta la frecuencia de los terremotos industriales, en los que el mundo comercial solo logra mantenerse a flote sacrificando a los dioses del averno una parte de la riqueza, de los productos y hasta de las fuerzas productivas; aumentan, en una palabra, las crisis. Estas se hacen más frecuentes y más violentas, ya por el solo hecho de que. a medida que crece la masa de producción y, por tanto, la necesidad de mercados más extensos, el mercado mundial va reduciéndose más y más, y quedan cada vez menos mercados nuevos que explotar, pues cada crisis anterior somete al comercio mundial un mercado no conquistado todavía o que el comercio solo explotaba superficialmente. Pero el capital no vive solo del trabajo. Este amo, a la par distinguido y bárbaro, arrastra consigo a la tumba los cadáveres de sus esclavos, hecatombes enteras de obreros que sucumben en las crisis. Vemos, pues, que, si el capital crece rápidamente, crece con rapidez incomparablemente mayor todavía la competencia entre los obreros, es decir, disminuyen tanto más, relativamente, los medios de empleo y los medios de vida de la clase obrera; y, no obstante esto, el rápido incremento del capital es la condición más favorable para el trabajo asalariado. (2000, subrayado mío, PAM)

5 Pensando el guión entre capitalismo-religión, Wendy Brown concibe la “secularización” como

[a] specific model and meaning of religion that generates particular kinds of religious subjects and practices – for example, in the Protestant Reformation – shaped the West, private believers whose beliefs and worship are hived off from daily economic and public life. Far from merely sequestering religion, secularism is a particular way of stipulating, organizing, and producing it. (Citation2014, 110)

6 Para una genealogía histórica y una explicación ideológica del neoliberalismo, recomiendo la ya clásica obra A Brief History of Neoliberalism, de David Harvey (Citation2013).

7 Dice Jean-Luc Nancy: “In a sense, then, it is unity ‘itself’ that we must be able to traverse in order to discern the opening onto groundless [sans-fond or Ab-Grund] from the blow delivered out of an enclosed ground.” De aquí la expresión: [veritas] nullo egeat signum o “Violence Beyond Signum”, esto es, la referencia a una verdad para la cual el signo no es suficiente. En referencia a la in-continencia de la imagen, Nancy explica en The Ground of the Image: “The image is of the order of the monster; the mostrum is a prodigious sign, which warns (moneo, mostrum) of a divine threat” (Nancy Citation2005, 22).

8 En The Future of An Illusion, Sigmund Freud decía:

religion would [thus] be the universal obsessional neurosis of humanity; like the obsessional neurosis of children, it arose out of the Oedipus complex, out of the relation to the father. If this view is right, it is to be supposed that a turning-away from religion is bound to occur with the fatal inevitability of a process of growth, and that we find ourselves at this very juncture in the middle of that phase of development. (Citation1961, 55)

9 En su artículo fundamental sobre Zambrano, Alberto Moreiras recordaba esta idea de Zambrano:

That which is not being is nothing, “mas es todo; es el fondo innominado que no es idea” (Citation2009, 174). To think through to this nameless ground, nothingness, since not-being, not-idea, is for Zambrano to think “the last appearance of the sacred” (citado por Moreiras, 182), the last god.

Más abajo, en este mismo artículo, Moreiras define la “vida sin textura” como “an anti-sovereign political a-theology” (183).

10 Así, se explicaría la relación del trazo sacrificial con la reducción de los salarios con el fin de aumentar la productividad y la competitividad obrera en los últimos años en España. En palabras de David Harvey en The New Imperialism: “What accumulation by dispossession does is to release a set of assets (including labour power) at very low (and in some instances zero) cost” (Citation2003, 149).

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