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La fundación astur-mozárabe de Sahagún: crónicas medievales, historias monásticas y censuras ilustradas

 

Resumen

En 1782 se publicaba, obra de Romualdo Escalona, una historia del monasterio de Sahagún que superaba el juicio de la censura. Pero esta no era una obra original, sino un texto escrito casi un siglo antes que el monasterio ya intentara llevar a la imprenta a principios del xviii, rechazándola la censura. Este itinerario editorial reflejará la evolución de la metodología histórica y la ciencia diplomática, especialmente al abordar los inseguros momentos de la fundación y ante la aparición de nuevas fuentes. Finalmente, estos eruditos terminarían por desvelar y aceptar la memoria creada por los monjes en el siglo xii.

In 1782, Romualdo Escalona published a history of the monastery of Sahagún that passed the censors’ test. However, this was not an original work. It was a text from a century earlier, which the monastery tried to publish at the beginning of the 18th century, and the censors rejected it. This editorial itinerary reflects the evolution of historical methodology and diplomatic science; especially in its treatment of the uncertain times of the foundation and in relation to the appearance of new sources. Finally, all these scholars would eventually unveil and accept the memoir created by the monks in the 12th century.

Notes

1 Romualdo Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún (Madrid: Joaquín Ibarra, 1782).

2 Acerca de esto, véanse entre otros: Lucienne Domergue, La Censure des livres en Espagne à la fin de l’Ancien Régime (Madrid: Casa de Velázquez, 1996); Ceferino Caro López, ‘Los libros que nunca fueron: el control del Consejo de Castilla sobre la imprenta en el siglo XVIII’, Hispania. Revista Española de Historia, 63:213 (2003), 161–97; Javier Bragado Lorenzo & Ceferino Caro López, ‘La censura gubernativa en el siglo XVIII’, Hispania. Revista Española de Historia, 64:217 (2004), 571–600; y Eva Velasco Moreno, ‘Las censuras de la Real Academia de la Historia (1746–1772)’, en Instituciones censoras: nuevos acercamientos a la censura de libros en la España de la Ilustración, ed. Fernando Durán López (Madrid: CSIC, 2016), 113–58.

3 Descrito y extractado por Elena de Lorenzo Álvarez, ‘Vicente García de la Huerta, censor’, en Vicente García de la Huerta y su obra (1734–1787), ed. Jesús Cañas Murillo, Miguel Ángel Lama & José Roso Díaz (Madrid: Visor Libros, 2015), 75–115 (pp. 92–93).

4 Biblioteca Real Academia de la Historia (BRAH), ms. 11-8017-47, fols 3–4r.

5 ‘Estas prevenciones, consideramos, se pueden hacer en términos de que se evite el que devuelva el Consejo la obra al autor para su corrección; pues además de no merecer los reparos mencionados esta pena, sería lástima el que por unas expresiones que son tan fáciles de mudar se retardara la impresión, se frustraran tal vez los medios y proporción de hacerla’ (BRAH, ms. 11-8017-47, fols 5r–v).

6 BRAH, ms. 11-8017-47, fols 4r–v.

7 BRAH, ms. 11-8017-47, fol. 1v.

8 Lorenzo Álvarez, ‘Vicente García de la Huerta, censor’, 93, n. 23.

9 Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, v–vi.

10 Sobre la historiografía dieciochesca y la renovación de la metodología histórica y la búsqueda del rigor diplomático entonces pretendidos, ver Antonio Mestre Sanchis, ‘La historiografía española del siglo XVIII’, en Coloquio Internacional Carlos III y su siglo. Actas, 2 vols (Madrid: Univ. Complutense de Madrid, 1990), I, 21–60.

11 Como desde hace tiempo tienen claro los medievalistas. Ver Miguel Calleja Puerta, ‘Cartularios y construcción de la memoria monástica en los reinos de León y Castilla durante el siglo XII’, en Les Cartulaires médiévaux: écrire et conserver la mémoire du pouvoir, le pouvoir de la mémoire, ed. Véronique Lamazou-Duplan & Eloísa Ramírez Vaquero (Pau: Presses Universitaires de Pau et des Pays de L’Adour, 2013), 187–97. Y para el caso concreto de Sahagún ha estudiado Leticia Agúndez San Miguel (La memoria escrita en el monasterio Sahagún [años 9041300] [Madrid: CSIC, 2019]), la elaboración de los becerros y cartularios monásticos supone una labor de selección y manipulación de informaciones—con mayor o menos alejamiento respecto a sus originales—que constituye un proceso de verdadera ‘creación’ o, cuando menos, ‘diseño de la memoria e historia de la institución’, 22.

12 Ver Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 222–24; y Julio Puyol, El abadengo de Sahagún (contribución al estudio del feudalismo en España), ed. Gumersindo de Azcárate (Madrid: Minuesa de los Ríos, 1915), 283–88.

13 BNE, ms. 18695/35. Confiamos en ofrecer al público en breve una edición científica de este manuscrito cotejada con la versión final del libro de Escalona que permita ver—al menos en estas primeras páginas—cuánto adeudaba al texto original y cuánto fue fruto de su labor correctora. H. Salvador Martínez considera este escrito—cuya signatura y descripción proporciona sin dejar lugar a la duda—un borrador hecho por fray Juan Benito Guardiola de lo que acabaría siendo su Historia del monasterio de Sahagún (Juan Benito Guardiola, Historia del monasterio de San Benito el Real de Sahagún, (según el MS. 1519 de la BN), intro., transcripción & notas de H. Salvador Martínez [León: Univ. de León, 2007], xxxiv). Una simple lectura de ambos textos deja claro que las opiniones de uno y otro respecto a los primeros capítulos de la historia de la casa son completamente diversas—la credulidad de Guardiola frente al escepticismo del autor del manuscrito; así como es fácil la identificación de pasajes completos entre el manuscrito y el texto publicado por Escalona o la copia del de Pérez descrita por Puyol (Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 279–301), quien habla además de este manuscrito de la BNE y deja claro que se trata de una copia fragmentaria de los primeros capítulos de José Pérez (Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 290). Además, el considerarlo borrador de Guardiola choca con varios imposibles cronológicos: Guardiola—muerto en 1600—no podría jamás citar a autores como Antonio de Yepes y Prudencio de Sandoval, que comienzan a publicar en la primera década del XVII, o Gregorio de Argáiz, nacido ese mismo año; pero, sobre todo, resulta a todas luces inverosímil que la Impugnación del Pseudo Hauberto que cierra el manuscrito sea ‘uno de tantos trabajos de Guardiola que, a lo largo de su carrera de archivero del monasterio, iba componiendo a salto de mata, como suele decirse, con miras a una gran historia del monasterio que no pudo llevar a cabo’ (Guardiola, Historia del monasterio de San Benito el Real de Sahagún, ed. Martínez, xxxiv) cuando dicho Pseudo Hauberto es obra de un falsificador del siglo XVII y no sería pública hasta 1667 (véase nota 15).

14 Este prólogo serviría a Escalona para recomponer el prefacio de su Historia en algunos de sus puntos meramente expositivos, pero muchos de los juicios y críticas que Pérez profiere en él debieron ser—como se verá—muy suavizados en la progresiva edición del texto.

15 El Chronicon Hautberti Hispalensis cum annotationibus es un texto de pretensiones verdaderamente universalistas supuestamente compuesto en el siglo IX por cierto monje Hauberto, que se autodenomina restaurador del monasterio de Sahagún por orden de Alfonso III. Sacado a la luz mediado el siglo XVII (Gregorio de Argáiz, Poblacion eclesiastica de España y noticia de sus primeras honras [Madrid: Melchor Sánchez, 1667], 212–484), es realmente una falsificación obra de Antonio Lupián Zapata, si bien algunas noticias fabulosas que proporciona fueron aceptadas en la época por autores como Argáiz. En este caso, apenas unas décadas después de su publicación, fray José Pérez plantea un análisis razonado y de aplastante lógica de diplomatista para calificar ‘a dicho chronicón de supuesto y falso’ (BNE, ms. 18695/35, fol. 55v). Lamentablemente, es una exposición igualmente truncada de la que no contamos con más de dos carillas.

16 José Godoy Alcántara, Historia crítica de los falsos cronicones (Madrid: M. Rivadeneyra, 1868), 265–308. No obstante, Escalona conoció esta obrita (Historia del Real Monasterio de Sahagún, 223), y en su exposición de la historia facundina no da valor ninguno a las noticias del cronicón porque ‘todos los críticos saben la poca fe que merecen, así la Historia de Turpin, como el Pseudo Hautberto, y así tengo por ocioso el detenerme a repetir las impugnaciones que otros han hecho ya de estas Historias’ (Historia del Real Monasterio de Sahagún, 17). Resulta similar a la explicación que el manuscrito de Pérez proporciona en ese mismo punto, pues ‘omitimos aquí como improbable del todo la opinión del Pseudo Hautberto, que quiso seguir y defender nuestro Argáiz, la qual quiere persuadirnos que nuestro monasterio tuvo su principio el año de 549’, aunque anunciando que ‘teníamos hecha una larga disputa en que impugnábamos esta quimera con otras muchas que contiene aquel monstruoso chronicón. Pareciónos que esta larga digresión nos divertiría mucho de nuestro asumpto, y así lo reservaremos enteramente para un apéndice que pondremos al fin de la Historia’ (BNE, ms. 18695/35, fols 19v–20r).

17 BNE, ms. 18695/35, fols 18r & 20r–v.

18 Agúndez San Miguel, La memoria escrita en el monasterio Sahagún, 77–154.

19 BNE, ms. 18695/35, fols 7r–v.

20 Guardiola, Historia del monasterio de San Benito el Real de Sahagún, ed. Martínez.

21 Las citas proceden del extracto que, sobre una segunda versión del texto de Pérez, hizo Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 288, n. 1.

22 Guardiola, Historia del monasterio de San Benito el Real de de Sahagún, ed. Martínez, 27–60.

23 Guardiola, Historia del monasterio de San Benito el Real de de Sahagún, ed. Martínez, 43.

24 Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 291.

25 Como prueba de ello—y de la imposible demanda de responsabilidad alguna a Pérez de Rozas al respecto—conviene recordar que para el caso concreto de la casa facundina la ciencia histórica tan sólo ha conseguido clarificar de algún modo su historia y separar lo ficticio de lo presumiblemente real en sus documentos y textos en las últimas décadas. Puede verse esto en las fechas de publicación de los trabajos que llevaron a cabo este esfuerzo, tales como los referidos en el estado de la cuestión que ofrecen Javier Pérez Gil & Juan José Sánchez Badiola, ‘Mil años de historiografía facundina: revisión y nuevas aportaciones’, en Alfonso VI y su época II. Los horizontes de Europa (1065–1109). Sahagún (León), 10–13 de septiembre de 2007, ed. Etelvina Fernández González & Javier Pérez Gil (León: Diputación de León, 2008), 14159. A ellos, han de sumarse numerosas aportaciones de los últimos años.

26 Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 27984.

27 Denominamos de este modo al manuscrito descrito por Puyol Alonso dado lo que éste dice respecto a su título definitivo y posible compilador y cronología (Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 281 & 290). Las citas de esta columna proceden igualmente de las lecturas de Puyol (Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 29799). Las cursivas, nuestras, remarcan las diferencias con el manuscrito previo.

28 BNE, ms. 18695/35, fols 2r–v.

29 BNE, ms. 18695/35, fol. 17v.

30 BNE, ms. 18695/35, fols 25r–v.

31 Nos referimos al cuerpo principal del texto de Pérez de Rozas con la historia del cenobio hasta su época, que había ampliado hasta el año 1723 el monje de la casa fray Manuel Lombraña (Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 281–82), y que Escalona redistribuiría en más libros y capítulos; el apéndice que transcribía las dos Crónicas anónimas de Sahagún; y la ‘Apología del honor y buen proceder de la Reyna Doña Urraca, compuesta por el Maestro Fray Joseph Pérez’ que Escalona dispuso como segundo anexo.

32 Sobre esta apología, en el prólogo del manuscrito de la BNE, al hacer una descripción del contenido de su trabajo, José Pérez habla cómo en ella se defiende ‘al gran don Alonso el Sabio de la blasfemia e impiedad, que la ignorancia de los antiguos le ha imputado hasta aquí’ (BNE, ms. 18695/35, fol. 7r).

33 Si bien Puyol dice tener una segunda copia de este, esta obra fue posteriormente publicada en solitario—quizá al quedar fuera del volumen final de Escalona—por un monje facundino en un volumen de 140 páginas, precedido de un elogioso prólogo. Véase José Pérez, Discurso acerca de la autoridad de los instrumentos que hay en los archivos de las iglesias catedrales, monasterios, & c. Y modo de discernir los verdaderos de los supuestos (Madrid: Imprenta de la Compañía, 1816).

34 De hecho, como argumento negativo, cuando en el prólogo del manuscrito se desgrana el contenido, no se dice nada. Cuando Escalona lo reformula, refiere igualmente la apología de Alfonso X—que, curiosamente, no incluirá (véase supra n. 32)—y agrega que los lectores ‘encontrarán en el Apéndice de las Escrituras auténticas la mucha piedad, y devoción de los Reyes de León, y Castilla; y la noticia de los Señores principales, Obispos, y otras personas notables de sus tiempos’ (Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, v).

35 Véase nota 21.

36 Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 225.

37 Aparte de lo ya descrito de la portada (Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 281), apunta que ‘prolijo sería enumerar las palabras, frases y cláusulas subrayadas por el censor […]; baste decir que son numerosísimas, y aunque en ningún caso se deja de reflejar la meticulosidad ridícula de un fraile ignaro y pedante de los comienzos del siglo XVIII, no cabe duda de que tales reparos fueron la causa de que la impresión del libro del padre Pérez no se llevase a cabo’ (Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 295).

38 Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 284.

39 Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 291–95.

40 Referimos a reparos que plantean ‘que es sospechoso el privilegio del lugar de Calzada’, ‘que es caso sospechoso el que se cita de un caballero que desheredó a sus hijos si no querían ser monjes en Sahagún’—aunque Escalona lo mantiene (Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 46)—, los ‘varios errores en que incurrió el padre Pérez al hablar de los reyes don García, don Ordoño, don Sancho y don Bermudo’ o ‘que se muestra vacilación respecto de hechos relacionados con varios personajes’, entre otros (Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 291 & 295). Bien por la indefinición de varios de ellos o por la imposibilidad de cotejarlo con el texto escrito por Pérez de Rozas, resulta imposible valorar el grado de adecuación del texto final de Escalona a este primer juicio censor.

41 Y entendemos, por no señalarlos los censores de 1781, que tampoco en el manuscrito entregado a su juicio.

42 Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 41.

43 Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 69.

44 A esto se refiere el decimoctavo reparo, pero señala este que en el propio manuscrito hay ‘otras voces, que se encontrarán con frecuencia, y ban muchas de ellas raiadas por la parte de abajo para que se noten; como también algunas cláusulas enteras’ (Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 294). Desconociéndolas, no podemos saber si Escalona acató y corrigió todas, aunque en las que transmiten estos extractos se observa absoluto cumplimiento, pues en el volumen definitivo únicamente se mantiene como voz inusual el verbo ‘recalcitrar’ (Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 145).

45 Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 292.

46 BNE, ms. 18695/35, fols 7v–8r. Este pasaje sigue a lo citado supra nota 19.

47 Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, v.

48 Opinión que mantiene el volumen de Escalona, desacreditando igualmente a Llovera en este particular por incongruencias cronológicas en los personajes de su testimonio (Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 59–60).

49 Lo que hace igualmente Escalona en su texto, quizá con mejores palabras (Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 108).

50 Esto lo transmite Escalona en el segundo apéndice del volumen, la Apología de doña Urraca, que se considera opúsculo íntegramente del padre Pérez. De ser así, sin retoque ninguno de Escalona, el texto conservaría igualmente lo que se presentó como reparo en 1724 (Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 373).

51 BNE, ms. 18695/35, fols 42v–43r.

52 Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 49 & 53.

53 Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 292.

54 Perdido hasta ahora, recientemente hemos podido recuperar este cronicón a partir de una copia dieciochesca y publicarlo (Álvaro Solano Fernández-Sordo, ‘Memoria facundina del Reino de Asturias: el Ordo Asturiensium sive et Ovetensium del abad Alonso de Sahagún’, Euphrosyne. Revista de Filología Clássica, 48 [2020], 193–214).

55 Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 290–91.

56 Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 18.

57 En esto sigue a Pérez y su análisis del documento de Ramiro II (BNE, ms. 18695/35, fols 18r–v).

58 En esto admite el texto del Cronicón, que ‘aunque no tenga probada su legitimidad, y muchos sospechan que á lo menos está interpolado, no obstante en este particular se hace muy creíble, ya por ser este el tiempo más crudo de la persecución, ya porque, como verémos luego, hay muchos testigos que afirman, que en el año de 883 estaba ya fundado el Monasterio, y fue destruido en una invasión que Almundar, hijo del Rey de Córdoba, hizo en tierra de León de vuelta de Zaragoza. Y así me parece lo mas verisímil, que el Rey don Alonso III fundó este Monasterio desde el año de 872 hasta el de 883’ (Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 13–14).

59 ‘Nuestro Maestro Perez contentándose con impugnar las opiniones, que hacen á este Monasterio anterior á don Alonso el Magno, afirma, que este Rey lo fundó ocho, ó diez años antes del de 905, en que está hecha la grande dotación por este devoto Rey. […] Y le hacen poca fuerza las palabras que usa en dicha dotación […] porque en las escrituras de estos tiempos, dice, no se han de tomar con tanto rigor las voces; y la voz restaurare, sin mucha violencia se puede decir, que quiso significar lo mismo que edificare. […] Si no hubiera mas argumento en prueba de que don Alonso III fundó este Monasterio antes del año de 883, que la dotación citada, pudiera adoptarse la inteligencia que el Maestro Perez le da; pero no satisface’ ante los restantes testimonios de crónicas y documentos (Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 16).

60 Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 16.

61 Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 49 & 53; Puyol, Abadengo de Sahagún, ed. Azcárate, 292.

62 Escalona, Historia del Real Monasterio de Sahagún, 18.

* Cláusula de divulgación: el autor ha declarado que no existe ningún posible conflicto de intereses.

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