Abstract
Este artículo aborda el problema de las huellas amnemónicas. La autora considera varios efectos que pueden tener las experiencias traumáticas sobre el aparato psíquico y, más específicamente, aquellas que originan situaciones en que el paciente no recuerda nada y no repite nada. Presenta datos de los análisis de dos pacientes e investiga si sería posible brindar una descripción más precisa de los factores y procesos que aceleran la desaparición de experiencias traumáticas del circuito de la memoria. Como a menudo los episodios traumáticos van acompañados de perturbaciones somáticas o enfermedades, la autora analiza algunos ejemplos de cómo las manifestaciones somáticas pueden considerarse ligadas a crisis traumáticas y entenderse como canales de expresión de lo que permanece en silencio en el reino de la mente. Se analizan algunas sugerencias referidas a prerrequisitos para el trabajo analítico con pacientes que enfrentan al analista con rupturas y supresiones en el funcionamiento de la mente y con reducciones en la elaboración mental. También se reflexiona sobre cómo se afecta la economía psíquica del analista cuando trabaja con tales pacientes.