Abstract
Hemos escuchado con frecuencia que que se mantuvo que las ciencias deberían estar construidas sobre conceptos claros y agudamente definidos. En rigor, ninguna ciencia, ni siquiera la más exacta, comienza con tales definiciones. El verdadero comienzo de la actividad científica consiste más vienen describir los fenómenos y luego en proceder a agruparlos, clasificarlos y correlacionarlos.
Aún en la etapa de la descripción no es posible evitar aplicar ciertas ideas abstractas al material que manejamos., las ideas derivadas de algún lugar u otro pero ciertamente no de nuevas observaciones solamente. Tales ideas – aparecen como los conceptos básicos de la ciencia – deben al comienzo, necesariamente poseer un grado de indefinición; … llegamos a un entendimiento acerca de su significado haciendo repetidas referencias al material de observación del cual parecen haber derivado pero sobre el cual, de hecho han sido impuestas … es solo luego de una mayor investigación del campo de observación que somos capaces de formular sus conceptos científicos básicos con precisión creciente y progresivamente para modificarlos y que se conviertan en útiles y consistentes en una área más amplia. Luego, en efecto, el tiempo puede venir a confinarlas en definiciones. el avance del conocimiento, sin embargo no tolera ninguna rigidez aún en las definiciones. La física brinda una excelente ilustración del modo en que aún los ‘conceptos básicos’ que se establecieron en la forma de definiciones están constantemente alterados en su contenido.
(Freud, 1915, p.117)