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Mujeres que trabajan: La economía feminista en la narrativa de Eider Rodríguez

Pages 203-218 | Published online: 18 Nov 2019
 

Abstract

This article analyzes four contemporary short stories written by Basque author Eider Rodríguez that address women’s obstacles and oppressive conditions in the labor market. Using the theories of feminist economists such as Amaia Pérez Orozco, Cristina Carrasco Bengoa, and Lourdes Benería, I analyze how in these narratives women are forced to leave their paid jobs when becoming mothers, being reduced to a maternal and domestic identity, or they try to reconcile their professional and family life, thus suffering physical and mental exhaustion and emotional instability. The short stories also show the poor working conditions that women face, having to work in low-paid jobs and suffering workplace harassment from their bosses. Rodríguez criticizes the lack of participation by husbands in household chores and reveals how neoliberal capitalism is heteropatriarchal by not valuing women’s care work and taking advantage of them in the labor market.

Notas

Notes

1 El último de sus libros, Bihotz handiegia (“Un corazón demasiado grande”), cuya traducción al castellano se publicó en septiembre de 2019, ha recibido el Premio Euskadi de Literatura del 2018.

2 El término “heteropatriarcado” hace referencia al sistema social, cultural y político que promueve y favorece la heterosexualidad y el patriarcado, es decir, que beneficia a los hombres heterosexuales, discriminando a las personas no heterosexuales y a las mujeres. Este acrónimo revela cómo el machismo y la heteronormatividad confluyen en una misma concepción tradicional de la sociedad. Las personas machistas suelen posicionarse en contra de las personas LGTB.

3 Jone Hernández García expone que las cuestiones laborales constituyen también una de las principales preocupaciones del feminismo vasco: la incorporación de las mujeres al mercado laboral, la discriminación salarial, su segregación laboral y la falta de reconocimiento de su trabajo (385). Mari Luz Esteban advierte, en cambio, que en el feminismo vasco y español, el trabajo precario de la mujer es un aspecto que permanece en un segundo plano frente a la prioridad dada a la reproducción, la sexualidad de la mujer y la violencia machista (397).

4 Corina Rodríguez Enríquez define como economía del cuidado “todas las actividades y prácticas necesarias para la supervivencia cotidiana de las personas en la sociedad en que viven” (36). Incluye el cuidado de otras personas, tareas domésticas como la limpieza de la casa, la compra y preparación de alimentos, así como la coordinación de horarios y traslados de familiares a centros e instituciones (Rodríguez Enríquez 36).

5 Carrasco Bengoa señala incluso que la separación entre el trabajo remunerado y el de cuidados no es rígida, sino porosa y cambiante, ya que hay situaciones en las que las personas realizan los dos tipos de trabajo simultáneamente, por ejemplo, en el caso de mujeres que gestionan tareas del hogar mientras desempeñan el trabajo remunerado desde casa (“El cuidado” 44).

6 Silvia Federici también considera que el trabajo doméstico y la familia son los pilares de la producción capitalista, ya que el trabajo del hogar que realizan las mujeres implica no sólo las tareas domésticas, sino también el cuidado físico, emocional y sexual de los hombres, así como el ocuparse del crecimiento de los hijos, educarles y prepararles para que sean los futuros trabajadores de la nación (31).

7 A pesar de lo indicado en esta cita, la protagonista señala unas líneas más arriba que, debido a que los padres de su marido les pagarán el piso, su suegra le sugiere la idea de dejar de trabajar: “Así no tendréis que pedir una hipoteca, nos dijeron, me dijo, su madre, mientras buscábamos casa. Quizá hasta puedas dejar de trabajar, me dijo” (61).

8 Así expresa Rich cómo la maternidad como institución sirve para el beneficio de los hombres: “Institutionalized motherhood demands of women maternal ‘instinct’ rather than intelligence, selflessness rather than self-realization, relation to others rather than the creation of self” (42).

9 Respecto a su hijo, no puede evitar pensar que en el futuro se distanciará de ella: “Algún día me verá como madre, sin apellidos, una madre genérica. Hay veces en las que me causa tristeza verlo dormir” (62). También cree que, al igual que su marido, se transformará en un hombre poco comprensivo con su mujer: “Algún día se convertirá en alguien parecido a su padre, que tendrá al lado alguien parecido a mí, alguien que no tendrá especiales ganas de verlo aunque lo esté esperando” (65).

10 Simone de Beauvoir ya señalaba en The Second Sex que hay mujeres a las que la maternidad no les resulta placentera, sino más bien decepcionante (569). Frente a la religión de la maternidad que proclama que todas las madres son devotas, Beauvoir subraya que la realidad de la maternidad puede ser muy diferente: “The first of these preconceptions is that maternity is enough in all cases to crown a woman’s life. It is nothing of the kind. There are a great many mothers who are unhappy, embittered, unsatisfied” (582).

11 Este tipo de actitud se promulgaba en los manuales de conducta de la Sección Femenina durante el franquismo. La mujer que espera al hombre como un ser dependiente y pasivo ha sido un tropo tradicional de la literatura y de la cultura. Así lo expresa Rich: “Women have always been seen as waiting: waiting to be asked, waiting for our menses […], waiting for men to come home from wars, or from work, waiting for children to grow up, or for the birth of a new child, or for menopause” (39).

12 Numerosas de las protagonistas femeninas de los relatos de Rodríguez se hallan insatisfechas en sus relaciones de pareja y matrimonios y en su vida familiar. En estas situaciones no hay abuso físico o psicológico por parte de los hombres, pero éstos actúan de manera negligente, sin preocuparse por las necesidades emocionales de las mujeres y/o sin colaborar en la crianza de los hijos. En varios de estos relatos las protagonistas femeninas muestran su agencia al abandonar a sus parejas o irse con otros hombres con el objetivo de alcanzar su felicidad.

13 Además del término “doble jornada”, Mercedes Alcañiz Moscardó recoge los de “doble presencia” y “jornada interminable” para referirse a esta realidad (259).

14 La escritora Jasone Osoro ofrece la misma idea en una entrevista: “resulta muy complicado compaginar ser madre con trabajar fuera de casa. Por mucho que se tenga una pareja que comparta las labores domésticas, todavía recaen en la mujer la mayoría de las tareas de la casa y el cuidado de los niños” (González-Allende, “Yo vivo en euskara” 213).

15 Silvia Federici resalta que la participación de las mujeres en el mercado laboral también ha provocado un aumento de la violencia de los hombres contra ellas, debido al miedo de éstos a la competencia económica y a su frustración por no ser capaces de cumplir su papel como proveedores de la familia (109).

16 Novo y Elizondo indican asimismo que ha crecido el número de mujeres en situación de pobreza: “In 2008, the risk of poverty rates were 47.1 percent for women and 10.7 for men. Therefore, of the total people at risk of poverty by personal income levels, 82.9 percent were women” (20). La misma idea manifiestan Pau Marí-Klose y José Saturnino Martínez García cuando afirman que en España el precariado tradicional ha estado conformado “por personas con bajo nivel de cualificación, especialmente mujeres en los sectores de ocupación feminizados”.

17 El hecho de que la amiga de Yolanda, Arantxa, le diga que ella también ha recibido reprimendas parecidas de su jefe manifiesta la extensión de este tipo de abusos laborales entre las mujeres.

18 Tras la muerte del gato, Eñaut le trae a Joana dos tortugas, seguramente con la misma intención de que le sirvan de consuelo o ayuda a su situación de acoso laboral.

19 Eider Rodríguez ha dedicado diversos cuentos a tratar el tema de la violencia sexual del hombre contra la mujer (González-Allende, “Escritoras vascas”).

20 No es casual, por tanto, que al final del relato Joana recuerde la guerra civil española de 1936 cuando un hombre mayor le socorre tras vomitar.

Additional information

Notes on contributors

Iker González-Allende

Iker González-Allende is Leland and Dorothy Olson Professor of Modern Languages and Literatures at the University of Nebraska-Lincoln, specialist in 20th-21st . Spanish literatures and cultures. He is the author of the monographs Hombres en movimiento: Masculinidades españolas en los exilios y emigraciones, 1939-1999 (Purdue UP, 2018) and Líneas de fuego: Género y nación en la narrativa española durante la Guerra Civil (1936-1939) (Biblioteca Nueva, 2011). He has also published the edited volumes El mundo está en todas partes: La creación literaria de Bernardo Atxaga (Anthropos, 2018) and El exilio vasco: Estudios en homenaje al profesor José Ángel Ascunce Arrieta (Universidad de Deusto, 2016), as well as the epistolary correspondence, articles, and diaries of Pilar de Zubiaurre.

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