Cuerpo capital: las prácticas bioartísticas en Ornamento de Juan Cárdenas y La comemadre de Roque Larraquy

Abstract

The article analyzes the novels Ornamento (2015) by Juan Cárdenas and La comemadre (2010) by Roque Larraquy, and argues that the works elaborate a critique of biotechnological modes of production in vivo for aesthetic purposes through the literary representation of a scientific experiment linked with an artistic one. In this way, the notion of bioart allows us to understand the unique confluence of the biopolitical practices of the capitalist system when operating in a radical way on the body.

KEYWORDS:

• Bioart
• biocapitalism
• body

Notas

Notes

1 Querella médica que tuvo lugar en Francia a finales del siglo XVIII y que pasó a la posteridad con el nombre de “Querelle des têtes tranchées” (querella de las cabezas cortadas, trad. nuestra). Véase “Máquinas y monstruos de la patria en La comemadre, de Roque Larraquy” de Marcos Seifert.

2 Valeria de los Ríos, en “Ciencia, animal y fantasma en La comemadre e Informe sobre ectoplasma animal de Roque Larraquy”, también lee la obra del escritor argentino desde el prisma del bioarte. Sin embargo, el análisis de las novelas se queda en un nivel bastante descriptivo.

3 Michel Foucault, en Defender la sociedad. Curso en el Collège de France (1975–1976), establece la diferencia entre los mecanismos disciplinarios del poder que actúan sobre el cuerpo y los mecanismos regularizadores del poder que actúan sobre la población o, en otros términos, el biopoder: “Luego de la anatomopolítica del cuerpo humano, introducida durante el siglo XVIII, vemos aparecer, a finales de éste, algo que ya no es esa anatomopolítica sino lo que yo llamaría una biopolítica de la especie humana” (Defender 220).

4 Véase Giorgio Agamben, Homo sacer. El poder soberano y la nuda vida.

5 Ambas novelas incorporan una planta o flor como elemento detonante del argumento y cuyo propósito final consiste en la aniquilación mental y/o física del sujeto.

6 Argumento totalmente machista, ya que el doctor deduce el estrato social inferior de las mujeres a partir de sus tempranos embarazos.

7 Véase Fredric Jameson, Ensayos sobre el posmodernismo (60).

8 A parte de los artículos académicos, es de interés, sobre esta novela, una crítica al libro aparecida en El País escrita por Francisco Solano, así como una entrevista realizada por Silvina Freira y publicada en Página/12.

9 En referencia a una total ausencia de control sobre la mercantilización del mundo, definido además por un estado de violencia permanente que el capitalismo necesita con el fin de proliferar (Jameson, “The Dialectics of Disaster” 302). En este sentido, también interesante es notar la relación etimológica entre “capital” y “cabeza”.

10 Se establece una paradoja entre un artista de renombre y un protagonista sin nombre.

11 Véase Laura Benítez, “Bioarte. La vida como material”. También se puede fácilmente relacionar lo anterior con la nuda vida de Giorgio Agamben, es decir, la vida desprovista de calificaciones humanas y expuesta en su totalidad a la soberanía del biopoder. Véase Homo sacer.

12 Dicha idea se encuentra además reforzada si se considera la bicicleta como la contraparte humana de la rueda en la cual se da indefinidamente vuelta un conejillo de Indias: Sísifo bioartístico.

13 Esto hace pensar en la obra de Santiago Serra que visibiliza la perversidad capitalista, como lo atestigua: “Línea de 30 cm. tatuada sobre una persona remunerada” (México, 1998). Véase Rodrigo Zúñiga, La demarcación de los cuerpos (94).

14 En relación con el texto de Paul B. Preciado, Testo Yonqui, que describe la influencia del modelo capitalista en la industria farmacológica y pornográfica.

15 Véase la distinción entre el cuerpo objeto de rendimiento-productivo y el cuerpo objeto de exhibición-consumo que establece Yuber Rojas Ariza en su artículo “Cuerpo de una violencia infame. Algunas apreciaciones para una hermenéutica de la violencia”.