La función del arte y la historia en Doña Berta, de Clarín

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Notes

1. Leopoldo Alas, ‘Doña Berta’, en Superchería. Cuervo. Doña Berta (Madrid: Taurus, 1970), 133. Doña Berta apareció primero en La Ilustración Española y Americana, en seis partes, desde el 8 de mayo hasta el 15 de junio de 1891; y más tarde, en volumen (Madrid: Fernando Fe, 1892). De aquí en adelante se cita en el texto mismo. Quisiera dar las gracias al profesor José Luis Gómez-Martínez, por su ayuda en la preparación de este artículo.

2. José María Martínez Cachero, ‘Doña Berta de Rondaliego en Madrid (Leopoldo Alas: Doña Berta, VIII)’, en El comentario de textos, 3. La novela realista, por Andrés Amorós, et al (Madrid: Castalia, 1979), 266.

3. Lou Charnon-Deutsch en ‘El espacio ficticio en Doña Berta’, 114, ha señalado el paralelo empaquetar de la protagonista y el espacio geográfico (Estructura y espacio en la novela y en la poesía, Seminario Ricardo Guitón [Sacramento: Hispanic Press, 1980]). La identificación establecida entre protagonista y geografía queda bien patente en la obra, o como ha escrito Charnon-Deutsch, ‘la personalidad de la protagonista se ve como proyección o extensión de su espacio …’ (123).

4. Recuérdese el comienzo del tercer capítulo de Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos (1929): ‘De más allá del Cunaviche, de más allá del Cinaruco, de más allá del Meta! De más lejos que más nunca …’ V. también André S. Michalski, ‘Doña Bárbara: Un cuento de hadas’, PMLA, LXXXV (1970), 1015, quien observa que Gallegos mantiene una equilibrada tensión entre los elementos fabulosos y realistas.

5. Charnon-Deutsch, 114.

6. V. Miguel de Unamuno, ‘La tradición eterna’ (fechado en febrero 1895), publicado en el volumen, En torno al casticismo (1916). Se citará de la 7^a ed. de Espasa Calpe (Madrid, 1968). Comparto la opinión de Peter G. Earle (‘Unamuno: historia and intra-historia’, en Pensamiento y letras en la España del siglo XX, ed. Germán Bleiberg y E. Inman Fox [Nashville: Vanderbilt U.P., 1966], 179–86) cuando dice que lo que Unamuno ‘is suggesting, not simply in En torno al casticismo, but throughout his life's work, is that “intra-history” is the plenitude of history experienced in individual human existences’ (180). Para otra interpretación menos positiva, véase también J. W. Butt, ‘Unamuno's Idea of “Intrahistoria”; Its Origins and Significance’, en Studies in Modern Spanish Literature and Art Presented to Helen F. Grant., ed. Nigel Glendinning (London: Tamesis, 1972), 13–24, quien cree que la intrahistoria unamuniana refleja el concepto del ‘collective unconscious’, y que por lo tanto constituye un rechazo de lo individual (23). Al contrario, se ve muy bien en la figura de San Manuel Bueno que lo individual y lo colectivo son inseparables en Unamuno. En esto, doña Berta es, a mi parecer, un claro anticipo.

7. Clarín ofrece detalles específicos de la conquista política y económica de los villanos sobre la hidalguía, hablando de ‘la sanción legal que a tal desprecio los alentaba, mediante recargo de contribución al distribuirse la del concejo, trabajo forzoso y desproporcionado en las sextaferias, abandono de la policía rural en los límites de Zaornín, y singularmente de Susacasa, con otros cien alfilerazos disimulados, que iban siempre a cuenta del Ayuntamiento, de la ley, de los nuevos usos, de los picaros tiempos’ (140).

8. Charles A. McBride en su tesis, ‘Narrative Modes in Three Works of Leopoldo Alas (Clarín)’, Diss., Univ. of Texas at Austin 1968, observa con acierto que en Clarín ‘art is indeed one of the most evident means of infusing life with spiritual qualities, of raising matter to the level of idea and sentiment’ (51). Y ya Laura de los Ríos había notado específicamente el papel catalítico del retrato en la acción y argumento de Doña Berta. V. Los cuentos de Clarín. Proyección de una vida (Madrid: Revista de Occidente, 1965), 65.

9. V. su estudio, Tema y forma en las novelas de Azorín (Madrid: Gredos, 1970), 32–69.

10. Escribirá Carlos Ossorio y Gallardo: ‘Días pasados se inauguró un nuevo tranvía en Madrid … Causa verdadero asombro ver lo que esta población ha progresado en pocos años y lo que en los mismos se ha extendido’ (‘Vida moderna’, Blanco y Negro, No. 13 [2 agosto 1891], 196).

11. El uso del objet d'art dentro de una obra narrativa lo discuto en más detalle en otro estudio, ‘Novel into Painting: Transition in Spanish Realism’. Y acabo de analizar el mismo recurso en la novela galdosiana de Tristona (‘Art, Memory, and the Human in Galdós's Tristana’, Kentucky Romance Quarterly, XXXI [1984], 207–20).

12. Boris Uspensky, A Poetics of Composition, tr. Valentina Zavarin y Susan Wittig (Berkeley: Univ. of California Press, 1973), 148.

13. No es solamente la ciudad la que muestra esa sublime indiferencia sino la naturaleza de Susacasa también. En un momento maravilloso, sin caer en la trampa de la ‘pathetic fallacy’, Clarín nos presenta—cuando la despedida de doña Berta—una naturaleza sin ‘esa piedad de personalizarse que tanto alivio suele dar a los soñadores melancólicos. Ni el Aren, ni la llosa, ni el bosque, ni el palacio le dijeron nada. Ellos se quedaban allí, indolentes, sin recuerdos de la ausencia …’ (176).

14. Es ésta la base del libro de René Dubos, A God Within (New York: Charles Scribner and Sons, 1972), donde defiende elocuentemente la necesidad de la naturaleza y del paisaje para hacernos sentir que somos plenamente humanos.