Abstract
The existing literature classifies bee pollen as “excellent” or “poor” according to protein content. In this research, we ranked bee pollen according to its contribution to bee nutrition, taking into consideration the seasonal variation. We found that the richness in protein content of each single taxon alone is not enough to classify it, as a “good” pollen source, and seasonal variation in vegetation and colony needs should be taken into account. In many cases, bees collected more pollen from plants poorer in protein, which were in total more beneficial to the colony compared to pollen rich in protein, but collected in smaller amounts. We concluded that the amount of the collected pollen was the most important factor and this is relative to the population of the plants at the surrounding area, the flowering period, and the season. The attractiveness of pollen, as indicated by the amount of pollen collected by the bees, was not correlated to the protein content of different taxa. Bees collected pollen from a large number of taxa, but only few of those contributed significantly to their nutritional requirements. We found that only 14 out of 46 pollen taxa included the 88.8% of the total proteins that were available for bees. The crude protein of these “selected” pollen sources ranged from 13.9 to 25.5%. Pollen from plants blooming in spring had higher protein content (20–24.7%) than those from summer (15.1–19.9%) and autumn (19.3–23.1%). The great amount of pollen that honey bees collected in spring and its richness in proteins could explain the strong growth of brood and population during this period.
La literatura existente clasifica el polen de abeja como “excelente” o “pobre”, según el contenido de proteína. En esta investigación se clasificó el polen de abeja de acuerdo a su contribución a la nutrición de las abejas, teniendo en cuenta la variación estacional. Se encontró que la riqueza del contenido de proteína de un único taxón por sí mismo no es suficiente para clasificarlo como “buena” fuente de polen, y que la variación estacional de la vegetación y de las necesidades la colonia deben ser tenidas en cuenta. En muchos casos, las abejas recolectaron más polen de plantas más pobres en proteínas, lo cual era en total más beneficioso para la colonia en comparación con polen rico en proteínas, pero recogido en cantidades más pequeñas. Llegamos a la conclusión de que la cantidad del polen recogido fue el factor más importante y esto está relacionado con la población de plantas en la zona de alrededor, el período de floración y la temporada. El atractivo del polen, como se indica por la cantidad de polen recogido por las abejas, no se correlacionó con el contenido de proteína de diferentes taxones. Las abejas recogen el polen de un gran número de taxones, pero sólo unos pocos contribuyen de manera significativa a sus necesidades nutricionales. Se encontró que sólo 14 de los 46 taxones de polen incluyeron el 88,8% de las proteínas totales que estaban disponibles para las abejas. La proteína cruda de estas fuentes de polen “seleccionadas” varió de 13,9% a 25,5%. El polen de las plantas que florecen en primavera tenía un mayor contenido de proteínas (20% -24,7%) que las de verano (15,1% -19,9%) y otoño (19,3% -23,1%). La gran cantidad de polen que las abejas recogen en primavera y su riqueza en proteínas podrían explicar el fuerte crecimiento de la cría y la población durante este período.