Abstract
Personal identity, or the definition of oneself in terms of personal idiosyncratic attributes, and social identity, or the definition of oneself in terms of affiliations with different categories or groups, have often been examined as two separate phenomena in the psychosocial literature. However, there are at least two theories which have deliberately researched the relationship between the two. One of these theories has done so for almost five decades (Social Identity Theory), while the alternative approach (Identity Fusion, or the visceral sense of oneness with the group) began to be developed less than one decade ago. The purpose of this special issue is to survey how approaches grounded upon both theories have attempted to explain some individuals’ extreme behaviours for their group. It also includes studies that examine the origins of identity fusion, the processes that relate it with extreme behaviour (such as the extension of familial ties to groups or the acceptance of violence), as well as a subtle demonstration of how group identity can affect interpersonal relationships.
Resumen
La identidad personal — la definición de uno mismo en términos de atributos idiosincrásicos personales — y la identidad social — la definición de uno mismo en términos de afiliaciones a distintas categorías o grupos — se han tratado frecuentemente en la literatura psicosocial como dos aspectos separados. Sin embargo, existen al menos dos teorías que han investigado concienzudamente la relación entre ambas. Una de estas teorías lo ha hecho durante casi cinco décadas (la Teoría de la Identidad Social), mientras que otro acercamiento alternativo (la Fusión de Identidad, o sentimiento visceral de unión con el grupo) comenzó a desarrollarse hace menos de una. El objetivo de este número especial es revisar cómo acercamientos desde ambas teorías han abordado la explicación de los comportamientos extremos que algunos individuos realizan por su grupo. Pero además, se incluyen trabajos que profundizan en los orígenes de la fusión de identidad, los procesos que la relacionan con el comportamiento extremo (como la extensión de los lazos familiares a grupales o la aceptación de la violencia), así como a una demostración sutil de cómo la identidad grupal puede afectar a las relaciones interpersonales.