ABSTRACT
The combined destructive effects of overfishing, habitat destruction, and invasive species, especially alewife (Alosa pseudoharengus) and sea lamprey (Petromyzon marinus) led to the loss of the native top predator lake trout (Salvelinus namaycush) from most of the Great Lakes by 1960. Alewife populations then exploded, creating nuisance die-offs. Public demands for action, coupled with control of sea lamprey, allowed fishery managers to consider stocking Pacific salmon to control alewife and establish a recreational fishery. This effort was successful, reducing alewife numbers and creating a recreational fishery that is estimated at $7 billion annually. This fishery management regime may no longer be viable as new invasive species continue to alter the ecosystem. Fishery managers face an interesting dilemma: whether to manage in the short term for a popular and economically important sport fishery or to embrace ecosystem change and manage primarily for native fish species that appear to be better suited to ongoing ecosystem changes. Such dilemmas occur in great lakes around the world as fishery managers seek to balance economic pressure with changes in their respective ecosystems, often brought about by invasive species.
RESUMEN
Los efectos nocivos combinados de la sobrepesca, la destrucción del hábitat y la introducción de especies invasoras, particularmente la alosa (Alosa pseudoharengus) y la lamprea marina (Petromyzon marinus) dio como resultado la pérdida de depredadores nativos de los grandes lagos en 1960, como la trucha (Salvelinus namaycush). Poco después, hubo una explosión de las po-blaciones de alosa, causando mortalidades indeseables. La demanda pública por acciones de manejo y el control de la lamprea marina, orillaron los manejadores a considerar la estabulación del salmón del Pacífico como medio para controlar a la alosa y establecer al mismo tiempo una pesquería recreativa. Este esfuerzo rindió frutos, los números poblacionales de la alosa se redujeron y se creó una pesquería que produce $7,000 millones de dólares al año. Este régimen de manejo de la pesquería puede ya no ser viable dado que nuevas especies invasoras continúan alterando el ecosistema. Los manejadores se enfrentan a un dilema interesante: hacer manejo en el corto plazo en pro de una pesquería deportiva económicamente importante, o aceptar el cambio en el ecosistema y dirigir el manejo a las especies nativas de peces que parecen adaptarse mejor a los cambios. Tal dilema también se observa en otros grandes lagos del mundo, a medida que los manejadores buscan balancear la presión económica y los cambios en los respectivos ecosistemas, los cuales suelen ser producto de la introducción de especies invasoras.
ACKNOWLEDGMENTS
We thank the Great Lakes Fishery Commission and the Michigan Department of Natural Resources for their support. Comments from three anonymous reviewers substantially improved the manuscript.