Interregnos en el cabildo metropolitano de Manila (1641–1653)

RESUMEN

Los cabildos catedralicios de Manila han sido escasamente estudiados a pesar de su papel fundamental en la vida cotidiana, social, política y económica de la capital. La función de estas corporaciones trascendía el ámbito litúrgico, y el alcance de su influencia es particularmente visible durante las sedes vacantes, cuando los capitulares ejercían labores de gobierno por ausencia o deceso del arzobispo. En este trabajo se estudian dos de estos momentos (1641–1645 y 1645–1653). El objetivo es analizar los actores sociales, sus relaciones clientelares y los vínculos personales de amistad, patronazgo y parentesco que dominaron las islas Filipinas en el siglo XVII. Se toma como punto de partida un enfoque micro-político a partir de fuentes documentales de archivo e historiografía coetánea y posterior. El estudio muestra la importancia de los cabildos como cuerpos colegiados para articular redes de poder local durante esos ‘interregnos’ especialmente en un contexto de crisis política y económica del imperio español en el sudeste asiático.

PALABRAS CLAVE:

• cabildos eclesiásticos
• Filipinas
• siglo XVII
• sede vacante
• Manila

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No potential conflict of interest was reported by the author(s).

Notes

1 Una sede episcopal estaba vacante por ausencia o deceso del arzobispo. Durante ese periodo, siempre que fuera metropolitana, la sede quedaba bajo el gobierno del cabildo eclesiástico hasta la toma de posesión del nuevo titular. En caso contrario, debía nombrarse un vicario apostólico para gobernar la diócesis (Castañeda y Marchena 1992, 225).

2 ‘The “tyranny of distance” conditioned information gathering, decision-making, the consulting process and the administration of justice. In order to negotiate distance, it was necessary not only to “duplicate” the king on the ground, but also to multiply the number of councils and tribunals both in the metropole and in the overseas territories. The Iberian colonial cities […] constituted a key component of the two empires. […] The bodies which governed colonial Portuguese and Spanish cities—the câmara municipal and the cabildo, respectively—corresponded to powerful centres and networks of political, social and economic influence’ (Flores 2015, 286).

3 El concepto de ‘familia’ en el Antiguo Régimen no se reducía a la familia nuclear o la unidad residencial, sino que debe entenderse en el sentido más amplio de ‘familia extensa,’ que integraba a familiares, allegados y servidores (Dedieu y Windler 1998).

4 Archivo General de Indias, Sevilla, España (en adelante AGI), Filipinas 85, N.92.

5 AGI, Filipinas 347, L.3, ff. 53r–54r y AGI, Filipinas 330, L.4, ff. 161v–62r, respectivamente.

6 Véase también AGI, Filipinas 74, N.10.

7 AGI, Filipinas 77, N.35.

8 Por ejemplo, en 1638, el cabildo se quejó que las dignidades vacas de chantre, arcediano, tesorero, una canonjía, una ración entera y dos medias raciones estaban ocupadas por interinos nombrados por el gobernador y el arzobispo (AGI, Filipinas 77, N.57; AGI, Filipinas 347, L.2, ff. 76r–77r).

9 AGI, Filipinas 85, N.80. Ciertamente, las Filipinas no eran atractivas para los eclesiásticos de la Nueva España. Tras la muerte en 1645 de Pedro de Arce, obispo de Cebú, Juan Martínez de Cepeda, canónigo de la catedral de México y catedrático en la universidad novohispana, fue nombrado en su lugar (19 de agosto de 1647), pero se excusó de aceptar la prelacía (11 de mayo de 1648), instando que se diera ‘a quien más bien la merezca,’ lo cual fue aceptado (AGI, Filipinas 2, N.80).

10 AGI, Filipinas 347, L.2, f. 76v.

11 AGI, Filipinas 77, N.57.

12 AGI, Filipinas 77, N.57.

13 AGI, Filipinas 77, N.57.

14 La congrua era la renta mínima de un oficio eclesiástico o civil o de una capellanía para poder sostener dignamente a su titular.

15 AGI, Filipinas 77, N.57.

16 Es importante destacar que esta reacción conjunta antecede en medio siglo al famoso Acuerdo o Concordia de las Religiones firmado el 5 de mayo de 1697 por los provinciales de los dominicos, franciscanos y recoletos, el Vicario Provincial de los agustinos calzados, el Viceprovincial de los jesuitas y el Vicario General de la orden de San Juan de Dios, que establecía un frente común para frenar las injerencias de los obispos y cabildos eclesiásticos. Véase Rubio Merino 1958, 114 y ss.; Manchado López 1989.

17 AGI, Filipinas 77, N.57.

18 AGI, Filipinas 77, N.57.

19 AGI, Filipinas 77, N.57.

20 Entre noviembre de 1639 y marzo de 1640 se produjo el levantamiento de más de 30 000 sangleyes en Manila, ‘que mejor se puede llamar matanza, pues murieron a manos de nuestra gente más de veinte y dos mil sangleyes, habiendo muerto de nuestra parte sólo cincuenta españoles, y trescientos indios’ (Murillo Velarde 1749, f. 108v). Véase también AGI, Filipinas 2, N.37. El 8 de agosto de 1641, el gobernador Hurtado de Corcuera recomendó que no hubiera más de seis mil sangleyes en Manila, que viviesen encerrados entre muros, como se hizo con los judíos en la antigua Roma y Alejandría, y que se les cobrara 10 pesos más por cada licencia en compensación por el levantamiento (AGI, Filipinas 330, L.4, ff. 154v–55r). No obstante, estas medidas parecían a todas luces excesivas. Así, el 24 de octubre de 1642, Felipe IV ordenó la reconstrucción del Parián y decretó que no hubiera más de seis mil sangleyes, que se les prohibiera el juego y no les impusieran nuevas tasas (AGI, Filipinas 340, L.5, ff. 184v–87r), pero esas disposiciones no se cumplieron.

21 AGI, Filipinas 77, N.57.

22 AGI, Filipinas 77, N.57.

23 Sobre las capellanías, véase Pro-Ruiz 1989; Mesquida 2010.

24 Se refiere a la bula que el papa León X otorgó a los frailes en 1521 con ‘la facultad de administrar todos los sacramentos, la potestad para absolver y dispensar a los recién convertidos de cualquier delito e inhabilidad, y la facultad de realizar varias de las actividades propias de los obispos, siempre que no hubiera alguno cercano’ (Rubial García 2020, 119).

25 AGI, Filipinas 77, N.57.

26 AGI, Filipinas 77, N.57.

27 AGI, Filipinas 77, N.57.

28 AGI, Filipinas 77, N.57.

29 AGI, Filipinas 81, N.1.

30 Dos años después, el 4 de agosto de 1645, Vicente Argent y los definidores franciscanos lamentaban que el gobernador Fajardo todavía no hubiera devuelto los hospitales expropiados (AGI, Filipinas 22, R.1, N.1, ff. 446r–47v). El Hospital Real de Manila fue restituido por Real Cédula a los franciscanos el 4 de agosto de 1647 (AGI, Filipinas 330, L.4, f. 198r/v).

31 AGI, Filipinas 85, N.96.

32 AGI, Filipinas 340, L.5, ff. 91r–92r.

33 AGI, Filipinas 2, N.40.

34 AGI, Filipinas 2, N.45.

35 AGI, Filipinas 2, N.41.

36 AGI, Filipinas 85, N.98. El 9 de noviembre de 1639, el Colegio de Santo Tomás fue erigido universidad por el papa Urbano VIII (1623–1644) (AGI, Filipinas 340, L.5, ff. 23v–24r). El cancelario era un dignatario, generalmente eclesiástico, que en las universidades tenía la autoridad pontificia y regia para dar los grados (https://dle.rae.es/cancelario).

37 AGI, Filipinas 2, N.50.

38 AGI, Filipinas 2, N.66.

39 AGI, Filipinas 5, N.296.

40 AGI, Filipinas 77, N.58.

41 AGI, Filipinas 347, L.3, ff. 41v–42v.

42 Era necesario, sobre todo, que las certificaciones de los méritos no se perdieran. En 1643, el arcediano Juan de Miranda Salazar solicitó un duplicado de su presentación a la prebenda de arcediano porque ‘no ha llegado a sus manos ni ha aparecido’ (AGI, Filipinas 5, N.505).

43 AGI, Filipinas 2, N.39.

44 AGI, Filipinas 85, N.108; AGI, Filipinas 77, N.61.

45 AGI, Filipinas 2, N.40.

46 AGI, Filipinas 77, N.61.

47 AGI, Filipinas 77, N.61.

48 AGI, Filipinas 85, N.108.

49 AGI, Filipinas 1005, N.67. Este tipo de prácticas revelan la importancia de los agentes y grupos de presión en el Consejo de Indias para influir y defender los intereses de sus clientes. Tanto a nivel personal como colectivo fueron utilizados amplia y regularmente por los miembros del cabildo eclesiástico de Manila. Sobre estas redes clientelares y los grupos de presión en la corte de Madrid, véase Diago Hernando 2004; Mazín Gómez 2007.

50 AGI, Indiferente 192, N.177, ff. 496r y 500v.

51 AGI, Indiferente 192, N.225, ff. 749r–50r.

52 Varias relaciones de méritos de Amaro Díaz se encuentran en AGI, Indiferente 192, N.192; AGI, Indiferente 193, N.79.

53 AGI, Filipinas 74, f. 921r.

54 AGI, Filipinas 61, N.24.

55 AGI, Indiferente 192, N.192.

56 AGI, Filipinas 5, N.516.

57 AGI, Filipinas 85, N.95.

58 AGI, Filipinas 85, N.95.

59 AGI, Filipinas 340, L.4, f. 112r.

60 AGI, Filipinas 77, N.60.

61 AGI, Filipinas 340, L.5, ff. 216v–17v.

62 AGI, Filipinas 22, R.1, N.1, f .67r/v.

63 AGI, Filipinas 77, N.62.

64 AGI, Filipinas 22, R.1, N.1, ff. 90r–95v; McCarthy 2013.

65 Sobre el arzobispo Fernando Montero de Espinosa, véase San Antonio 1738, 221–22; Moreno 1877, 164–65; Delgado 1892, 164; AEF 1969, 275–82.

66 AGI, Filipinas 2, N.23.

67 AGI, Filipinas 76, N.93.

68 AGI, Filipinas 2, N.52.

69 AGI, Filipinas 4, N.23.

70 AGI, Filipinas 2, N.47.

71 AGI, Filipinas 2, N.56.

72 AGI, Filipinas 4, N.25.

73 AGI, Filipinas 76, N.93.

74 AGI, Filipinas 2, N.57.

75 AGI, Filipinas 347, L.3, ff. 60r–61r.

76 AGI, Filipinas 347, L.3, ff. 61r–62r.

77 AGI, Filipinas 2, N.58.

78 AGI, Filipinas 347, L.3, f. 75r/v.

79 AGI, Filipinas 294, N.1, f. 1r (la cursiva es mía).

80 Para una lectura del sismo de 1645, véase Machuca 2022. Agradezco a la autora haberme enviado su manuscrito.

81 Someter a sorteo una lista de santos para nombrar un santo protector era un método muy usual en los cabildos españoles e hispanoamericanos. Así fue elegido San Policarpo Mártir, santo protector de Manila ante los sismos (Alva Rodríguez 1997, 104–10). El nombramiento de San Juan Bautista como patrón debió de escaparse de las manos porque el cabildo secular escribió al rey (28 de mayo de 1649) suplicando que ordenase que el deán y cabildo eclesiástico lo aceptaran como santo patrono y protector en sustitución de San Policarpo, y que acudieran a las celebraciones en su honor (AGI, Filipinas 28, N.56). La misiva surtió efecto. Una Real Cédula ordenó al arzobispo, deán y cabildo que lo tuvieran como patrón, tal y como había acordado la ciudad de Manila (4 de junio de 1649) (AGI, Filipinas 341, L.6, ff. 64v–66v). Para un estudio más amplio de este desacuerdo, véase Machuca 2022.

82 AGI, Filipinas 77, N.67.

83 AGI, Filipinas 2, N.79.

84 Reales Cédulas, 18 y 29 de noviembre de 1643. AGI, Filipinas 347, L.3, ff. 53r–54r y AGI, Filipinas 330, L.4, ff. 161v–162r, respectivamente.

85 AGI, Filipinas 77, N.64.

86 AGI, Filipinas 77, N.66.

87 AGI, Filipinas 347, L.3, ff. 249r–51r.

88 AGI, Filipinas 294, N.1, f. 1r.

89 El Memorial, que incluye la carta del 6 de agosto de 1645 y pretendía tal prorroga (18 de septiembre de 1645), alude a la Real Cédula enviada el 28 de noviembre de 1638 al gobernador Hurtado de Corcuera para tal fin (AGI, Filipinas 77, N.63). Dicha merced fue concedida por Real Cédula del 1 de octubre de 1645, pero por ocho años en lugar de dieciséis. En julio de 1647 se prorrogó por seis años más (AGI, Filipinas 347, L.3, ff. 104r–7r).

90 AGI, Indiferente 193, N.21, f. 103r.

91 AGI, Indiferente 193, N.21, f. 88r.

92 AGI, Indiferente 112, N.46.

93 AGI, Filipinas 85, N.91bis.

94 AGI, Indiferente 93, N.21, f. 103r. Muchos beneméritos obtuvieron becas de estudios en el Colegio de San Joseph. Desde el 28 de febrero de 1610, el colegio jesuita gozaba de tres becas otorgadas por el capitán Esteban Rodríguez de Figueroa, adelantado de Mindanao, a su hijo Felipe de Figueroa; a Gabriel de Santillán, hijo del capitán Ventura de Santillán, y a Gabriel Venegas, hijo de Gonzalo Flores. Véase Colín 1663, 416.

95 AGI, Indiferente 193, N.21, f. 94v.

96 AGI, Filipinas 77, N.67. En 1638, el gobernador Hurtado de Corcuera embargó dicha capellanía por espacio de tres años, lo que enfureció al cabildo catedralicio (AGI, Filipinas 77, N.57).

97 AGI, Filipinas 61, N.5.

98 AGI, Indiferente 192, N.170; AGI, Indiferente 193, N.21.

99 AGI, Indiferente 193, N.21, f. 88r.

100 Las relaciones entre Juan de Miranda Salazar y Rodrigo de la Cueva Girón eran excelentes. No en vano ambos eran ‘criollos’ y exalumnos del colegio jesuita de San Joseph. Otros testigos fueron el padre Jerónimo Pérez; el sargento mayor y ex gobernador de la isla de Ternate, Francisco Suárez de Figueroa; el capitán Diego de Morales; el hermano Diego Galván; Fernando de la Cueva, y Manuel de Morales (AGI, Filipinas 86, N.4).

101 AGI, Filipinas 86, N.4.

102 AGI, Indiferente, 195, N.1.

103 AGI, Filipinas 1005, N.11.

104 AGI, Filipinas 1005, N.76.

105 AGI, Filipinas 77, N.75.

106 Juan de Uclés, en ocasiones llamado ‘de Vélez’ debido a una errónea transcripción de su apellido, ejerció diversos cargos, entre otros, de sacristán mayor de la catedral de Nueva Segovia. En 1626 fue nombrado capellán del coro de la iglesia metropolitana de Manila, y siendo racionero opositó (y obtuvo) el curato de españoles de la ciudad en tiempos del gobernador Juan Niño de Távora. Paralelamente, fue gobernador eclesiástico del obispado de Nueva Cáceres en sede vacante, siendo luego nombrado chantre, arcediano y deán interino del cabildo manilense. Véase Moreno 1877, 183, 228; AGI, Filipinas 22, R.1, N.1, ff. 79r–89v. El 9 de septiembre de 1647 fue nombrado deán del cabildo de Manila (AGI, Filipinas 2, N.82), y electo obispo de Cebú en 1651 (AGI, Filipinas 348, L.4, ff. 29v–30r).

107 AGI, Filipinas 77, N.68, f. 1r.

108 AGI, Filipinas 2, N.87.

109 AGI, Filipinas 2, N.88.

110 AGI, Filipinas 1005, N.68.

111 AGI, Filipinas 77, N.68, f. 1r.

112 AGI, Filipinas 77, N.68, f. 1r.

113 AGI, Filipinas 77, N.68, f. 1r.

114 AGI, Filipinas 347, L.3, ff. 118r–19r y AGI, Filipinas 347, L.3, ff. 193r–94v, respectivamente.

115 AGI, Filipinas 77, N.68, f. 1r/v.

116 AGI, Filipinas 77, N.67.

117 Véase también AGI, Indiferente 119, N.107.

118 AGI, Filipinas 77, N.68, f. 1v.

119 AGI, Filipinas 77, N.68, f. 1v.

120 Sobre este tema, véase Antonio de la Llave, OFM, ‘Puntos que el comisario visitador tuvo en cuenta para fundar autos de su visita en la Provincia de San Gregorio de Filipinas y resoluciones,’ Manila, 1637–1638 (Biblioteca Nacional de México, Archivo Franciscano (AFRA), AF61/1197.7 ff. 1r–52v).

121 AGI, Filipinas 77, N.68, f. 1v.

122 AGI, Filipinas 77, N.68, f. 1v.

123 AGI, Filipinas 77, N.68, f. 1v.

124 AGI, Filipinas 77, N.68, f. 1v.

125 AGI, Filipinas 2, N.134.

126 AGI, Filipinas 330, L.4, ff. 282r–86r.

127 AGI, Filipinas 22, R.6, N.12.

128 AGI, Filipinas 78, N.3.

129 Para el caso del Michoacán novohispano, véase Mazín Gómez 1996, 91.

130 Sabemos muy poco de este fraile mercedario, excepto que fue autor de un Epítome y relación general de varios sucesos de mar y tierra en las Islas Filipinas desde que fue a ellas su gobernador D. Diego Fajardo, y las peleas y victorias navales contra el Olandés en el año 1646 y 1647 (Madrid, 1648).

Additional information

Notes on contributors

Alexandre Coello de la Rosa

Alexandre Coello de la Rosa es catedrático de Historia de América e investigador ICREA Academia en la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona)/CSIC. Entre sus últimos libros destacan (con David Atienza) Scars of faith: Jesuit letters from the Mariana Islands (1668–1684) (2020) y (con Verónica Peña) Labor evangélica. Ministerios apostólicos de los obreros de la Compañía de Jesús. Segunda parte, del padre Diego de Oña, SJ (2020). En la actualidad prepara un amplio estudio sobre los cabildos catedralicios del arzobispado de Manila (siglos XVII–XVIII).