Abstract
If income support for a period of parental leave is viewed as societal recognition of parents' lost income from employment in order to care for children, then there is some justification for linking eligibility for payment to a parent's eligibility for job protection. This argument is substantially undermined, however, when a significant number of parents, often through no fault of their own, find themselves in jobs that are not covered by job protection legislation. Drawing on the situations in New Zealand and the USA, it is argued that at a time when employers and governments are seeking greater labour market flexibility, linking payment to eligibility for job protection increases the potential for many workers to be excluded from qualifying for paid parental leave. From a public health perspective, the most effective health protection policies are those that achieve the widest coverage. From this vantage point, the ability to take a period of parental leave should not relate to an individual's labour market status. What matters is having sufficient income to cover the period of leave so that optimal health outcomes can be achieved. When society has a goal of achieving optimal health outcomes there is little logic in having income support determined by recent work history. Si se considera que el subsidio de baja por paternidad/maternidad es la recompensa por sueldos perdidos a causa de la necesidad de cuidar a los niños, entonces se puede sostener que se vincule el derecho de pago con el derecho de protección del empleo. Sin embargo, el argumento se hace más débil puesto que muchos padres están en empleos no protegidos bajo la ley. Considerando las situaciones de Nueva Zelanda y EEUU, se presenta el argumento que en este momento cuando empresarios y gobiernos buscan mas flexibilidad en el mercado de trabajo, el vincular pagos a la protección de puestos potencia el riesgo de que muchos trabajadores queden excluidos del derecho de baja pagada por paternidad/maternidad. Desde una perspectiva de la salud pública, las políticas más efectivas de la protección de la salud son los que cubren la máxima población. Desde este punto de vista, el poder tomar una baja por paternidad no debe relacionar con el estado de una persona en el mercado de trabajo. Lo que importa es tener ingresos suficientes durante el periodo de baja para lograr óptimos resultados para la salud. Cuando la sociedad tiene el objetivo de lograr óptimos resultados para la salud, no hay mucha lógica en determinar el subsidio de baja en relación con el ultimo historial laboral.