Acknowledgements
Trabajo realizado en el marco de los Proyectos de Investigación HUM2006-12278-C03-01 (Ministerio de Educación y Ciencia) y HAR2008-04899-C02-01/HIST (Ministerio de Ciencia e Innovación).
Notes
1. La cita corresponde a un texto del autor argentino Eusebio Gómez. Sobre las similitudes y diferencias del discurso de la “mala vida” en distintos contextos geográficos, véase el artículo de Ricardo Campos en este mismo número monográfico.
2. Recogido en Hojas sueltas. Se cita por la edición de 1973.
3. Publicado originariamente en Revista Nueva y recogido en El tablado de Arlequín. Se cita por las Obras completas editadas por Biblioteca Nueva en 1948.
4. Véase CitationOrtiz 35 y ss.
5. Entre otros, Adolfo Bonilla en una nota publicada en Crónica contemporánea 1904 (recogido por CitationBaeza II, 31), Gregorio Marañón en la Contestación al discurso de don Pío Baroja en la Academia Española, 12 de mayo de 1935 (recogido por Baeza II, 214), y CitationAndrenio 114.
6. Así ocurre en los códigos penales de 1850 y 1870; aunque son los códigos penales del siglo XX, el de 1928 y el de 1934, los que incorporan de manera amplia un verdadero derecho penal infantil. Sobre el particular véase el trabajo de Juan Felipe Higuera.
7. Oliver Twist apareció por primera vez, como una novela por entregas, en la revista Bentley's Miscellany entre 1837 y 1839.
8. La expresión se refiere obviamente a los niños que están, en la novela, bajo la tutela de Fagin, el personaje que les induce a la delincuencia, enseñándoles a robar, organizando sus actividades antisociales y beneficiándose de las mismas, a cambio de alojamiento y protección.
9. Se cita por la edición de las Obras completas, Madrid: Aguilar, 1981.
10. Merece la pena destacar, en un sentido similar, la presencia de esta figura del “vago” en la narrativa galdosiana. Véase el interesante análisis de Elena Delgado sobre este aspecto de la obra de Galdós en relación con la normatividad social.
11. El interés por la obra de Gorki en España empieza a ser relevante muy a principios del siglo XX. Véase, a modo de ejemplo, el artículo de Emilio del Villar.
12. Recogedores de colillas de cigarros, cuyo contenido de tabaco juntaban y vendían. Con esta actividad, que Baroja describe en el chiquillo expósito de La busca, se podía ganar hasta “setenta céntimos” diarios, precio que pagaban en El Rastro por cuarto de kilo de tabaco (Del CitationMoral 162).
13. Se cita por la edición de Alianza de 2005.
14. Sobre este tipo de descripciones y su papel en el discurso médico de la época, puede verse CitationCampos, Martínez y Huertas, 32 y ss.
15. Los contenidos de este seminario están recogidos en los Anales del Laboratorio de Criminología (1899–1900), Madrid, 1900; t. I., 10 y ss. Véase al respecto Álvarez-Uría 181.
16. Un análisis en profundidad de esta obra en el marco de la medicina social de la época puede verse en Huertas, “El niño golfo”.
17. Una reflexión sobre el papel de la medicina en los espacios dedicados a inculcar la subjetivación de la norma puede encontrarse en Huertas, Los laboratorios de la norma.
18. Sobre las prácticas criminológicas en España a finales del siglo XIX y primeras décadas del XX, puede verse Huertas y Campos.