Notes
1Ana María Amar Sánchez, El relato de los hechos (Rosario: Beatriz Viterbo, 1992), 13.
2Julio Ramos, ‘Decorar la ciudad: crónica y experiencia urbana’, en su Desencuentros de la modernidad en América Latina (México DF: FCE, 2003 [1a ed. 1989]), 112.
4Edgardo Rodríguez Juliá, ‘Mapa de una pasión literaria’, Estudios, 4 (1994), 5–10 (p. 7).
3Ver Ramos, ‘Decorar la ciudad’, 112–42.
5Edgardo Rodríguez Juliá, Las tribulaciones de Jonás (San Juan: Huracán, 1984 [1a ed. 1981]) y El entierro de Cortijo (San Juan: Huracán, 1983).
6Me referiré al cronista y a Rodríguez Juliá indistintamente, pues éste figura como personaje-autor de las crónicas; muy típico en el género por su sesgo testimonial y por las relaciones que sostiene con la realidad extraliteraria, como planteé al comienzo.
7La política popular fue muy recordada por la negociación de los ‘cupones’ o ayudas alimentarias proveídas por el gobierno de los Estados Unidos (Las tribulaciones de Jonás, 39). La palabra ‘pan’, junto a ‘tierra’ y ‘libertad’, ha formado parte del emblema del PPD. Cito un fragmento de la poesía de Muñoz Marín, ‘Panfleto’ del libro Nosotros, editado en Buenos Aires en 1920, en el que se entrevé la preocupación por el hambre del 'pueblo’:He roto el arcoiris / contra mi corazón, / como se rompe una espada inútil contra una rodilla. / He soplado las nubes de rosa y sangre / más allá de los últimos horizontes. / He ahogado mis sueños / para saciar los sueños que me duermen en las venas / de los hombres que sudaron y lloraron y rabiaron / para sazonar mi café …El sueño que duerme en los pechos estrujados por la tisis / (¡Un poco de aire, un poco de sol!); / el sueño que sueñan los estómagos estrangulados por el hambre (¡Un pedazo de pan, un pedazo de pan blanco!) […] Yo soy el panfletista de Dios, / el agitador de Dios, / y voy con la turba de estrellas y hombres hambrientos / hacia la gran aurora. (‘Panfleto’, en Literatura puertorriqueña del siglo XX, ed. Mercedes López-Baralt [San Juan: Univ. de Puerto Rico, 2004], 721).
8Juan G. Gelpí, ‘Las tribulaciones de Jonás ante el paternalismo literario’, en su Literatura y paternalismo en Puerto Rico (San Juan: Univ. de Puerto Rico, 1993), 45–60.
9Ver José Luis González, ‘El país de cuatro pisos’, en su El país de cuatro pisos y otros ensayos (San Juan: Huracán, 2001 [1 ed. 1980]), 11–42.
10Por ejemplo: ‘La religiosidad de su pueblo nunca ha estado muy lejos de la superstición; el pueblo puertorriqueño, aunque creyente, no ve en la religión un modo de la interioridad, sino otra manifestación de su profundo espíritu comunitario’ (Las tribulaciones de Jonás, 82).
11Gelpí, ‘Las tribulaciones de Jonás ante el paternalismo literario’, 52.
12El voyeurisme en su acepción más estricta, ligada al erotismo, tiene lugar particularmente en las constantes alusiones a la sensualidad de los traseros femeninos. Ver el artículo de Melanie Pérez-Ortiz, ‘Del voyeur al mirón: la palabra es la técnica objetivizante en los textos de Edgardo Rodríguez Juliá’, en Revista Iberoamericana, 192 (2000), 511–31.
13En Una noche con Iris Chacón, el cronista vuelve a postular otro rasgo, en este caso ‘el entusiasmo por el culo’ como medular de la idiosincrasia puertorriqueña (Edgardo Rodríguez Juliá, Una noche con Iris Chacón [San Juan: Antillana, 1986], 116). Nuevamente el chiste se repite en resaltar y postular comportamientos como netamente locales.
14Mónica Bernabé, ‘Prólogo’, en Idea crónica, comp. María Sonia Cristoff (Rosario: Beatriz Viterbo, 2006), 7–25.
15Susana Rotker, ‘Ciudades escritas por la violencia’, en su Ciudadanías del miedo (Caracas: Nueva Sociedad, 2000), 7–22.
16‘Averiguao’ (ni ‘averiguado’), es decir, la adjetivación del verbo averiguar, no figura como palabra normativa en el Diccionario de la Real Academia Española. Se define ‘bembeteo’ como ‘chismorreo’ (de uso en Cuba y Puerto Rico); entre las acepciones de ‘bochinche’, están ‘tumulto, barullo, alboroto, asonada’ y ‘chisme, a veces calumnioso, contra una persona o familia, que cobra mayor proporción o maledicencia a medida que pasa de una persona a otra’; ‘bachatera’ se le dice a la persona ‘que se dedica a componer o cantar bachata’ (uso en Rep. Dom.), o la ‘persona amiga de bromear y divertirse’ (uso en Cuba y Puerto Rico).
17Eduardo Grüner, El sitio de la mirada (Buenos Aires: Norma, 2001), 280.
18Philippe Ariès, Morir en Occidente (Buenos Aires: Adriana Hidalgo, 2000 [1 ed. 1975]), 213.
19José Luis González, ‘El país de cuatro pisos’.
20Ariès, Morir en occidente, 35.