Abstract
La influencia de las niñeras y otros cuidadores significativos en el desarrollo psicológico y emocional de los niños puede ser profunda y, de llegar a pasar inadvertida, puede contribuir a generar psicopatología en la adultez. No obstante, la importancia de la niñera ha sido relativamente descuidada en la literatura psicoanalítica. En este artículo considero el impacto de los primeros cuidadores, aparte de la madre biológica, en el desarrollo psíquico del niño y el papel de la niñera dentro de la dinámica familiar como figura que atrae poderosas fantasías inconscientes y proyecciones indeseadas. Estas ideas son ilustradas mediante la descripción detallada de la observación de una bebé, realizada durante un año, que durante los primeros tres meses de vida fue cuidada por varias niñeras sucesivamente hasta que sus padres emplearon a una permanente. Se propone que los apegos emergentes del bebé hacia sus dos cuidadoras primarias (la madre y la niñera) se desarrollan de modo paralelo y se influencian mutuamente con un impacto observable sobre su comportamiento y el desarrollo de su personalidad. Este trabajo concluye con una revisión acerca del lugar que ocupa la observación de infantes dentro de la formación psicoanalítica y cómo la experiencia de ser testigo de las relaciones más tempranas entre infante y cuidador en un encuadre extra-analítico refina la comprensión de la teoría del desarrollo y construye los cimientos para la práctica psicoanalítica.
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