Abstract
Faculty in the School of Education have collaborated to re-envision teacher education at our university. A complex, dynamic, time-consuming and sometimes painstaking process, redesigning a teacher education program from a traditional approach (i.e. where courses focus primarily on theoretical principles of practice through textbooks and university-based classroom discussions) to a model of teacher education that embraces teaching, learning and leading with schools and in communities is challenging, yet exciting work. Little is known about teacher educators’ experiences as they either design or deliver collaborative field-based models of teacher education. In this article, we examine our experiences in the second implementation year of our redesigned teacher education program, Teaching, Learning, and Leading with Schools and Communities (TLLSC) and how these unique experiences inform our teacher educator identities. Through a collaborative self-study, we sought to make meaning of our transformation from a faculty delivering a traditional model to educators collectively implementing a field-based model, by analyzing the diverse perspectives of faculty at different entry points in the TLLSC development and implementation process. We found that our participation in an intensive field-based teacher preparation model challenged our notions of teacher educator identity. In a culture of iterative program design, this study documents the personal and professional shifts in identity required to accomplish this collaborative and dynamic change in approach to teacher education.
Algunos académicos de la facultad de educación colaboraron para re-imaginar la formación docente en nuestra universidad. Siendo un proceso complejo, dinámico, que toma tiempo y esmero, rediseñar un programa de formación docente desde un modelo tradicional (donde los cursos se enfocan en principios teóricos de la práctica por medio de libros de texto y conversaciones de sala de clase) hacia un modelo que se avoca a la enseñanza, aprendizaje y liderazgo con las escuelas y en las comunidades es un trabajo desafiante, pero también estimulante. Poco se sabe acerca de las experiencias de los formadores docentes en sus procesos de diseño o participación en modelos de formación colaborativa basada en experiencias de campo. En este artículo, examinamos nuestras experiencias durante el segundo año de implementación de nuestro programa de formación docente rediseñado, “Enseñando, Aprendiendo y Liderando con Escuelas y Comunidades” (EALEC), y el modo en que estas experiencias particulares informan nuestras identidades como formadores. Por medio de un self-study colaborativo buscamos los sentidos de nuestra transformación desde un cuerpo docente tradicional a un equipo de educadores que implementan colaborativamente un modelo basado en experiencias de campo, realizando análisis de diversas perspectivas de los académicos en distintos momentos del proceso de desarrollo e implementación del EALEC. Encontramos que nuestra participación en un modelo de formación docente intensivamente basado en experiencias de campo desafió nuestras nociones de identidad de formador docente. En una cultura de diseño de programa iterativo, este estudio muestra los cambios de identidad personales y profesionales que se requieren para alcanzar un cambio colaborativo y dinámico en nuestra aproximación a la formación de profesores.